Desde hace más de diez años sufro de una falta de liquidez casi permanente.
Como no soy una entidad bancaria sé que no debo esperar ningún tipo de ayuda gubernamental, a pesar de que nunca he intentado enriquecerme estafando a terceros.
Es quizá por esta falta de avaricia y usura por lo que el estado nunca me ha tomado en consideración.
Pero ya es tarde para cambiar.
Seguiré como hasta ahora: con falta de liquidez y el mueble-bar pertrechado de líquidos espirituosos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario