Hay mucha gente que cuando se quita el abrigo o la chaqueta, le da la vuelta antes de posarla en algún sitio.
Le dan la vuelta para que lo de fuera quede hacia dentro y no se manche.
Esto lo hace mucha gente.
Dan la vuelta a su chaqueta para que el exterior permanezca limpio.
Yo siempre me imagino los abrigos de los ejecutivos y los oficinistas llenos de mierda por dentro. Todo tipo de lamparones y manchas y cosas, pegadas por dentro.
Toda la mierda bien pegada al cuerpo, pero con un exterior reluciente e impoluto.
Y claro, no puedo dejar de pensar que muchas de las cosas de hoy en día funcionan con esta misma lógica.
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2 comentarios:
Yo también lo he pensado! y entonces pienso siguiendo esta logica que si no piensan que quizas se manchen asi la camisa, no?
Tienes razón, pobres camisas...
Voy a hacer un poco de poesía:
Las camisas de los ejecutivos
acaban la jornada tiradas
en la alfombra
como mustias pielecillas de insecto.
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