Hoy en el avión, cuando la azafata estaba explicando lo de las salidas de emergencia y las mascarillas de oxígeno, se me cayó una cosa al suelo. Era una cosa muy pequeñita y me costó mucho encontrarla. Pero al final la encontré.
La azafata al acabar su mimo-drama pasó por mi lado y me reprendió. Me dijo que como no le había prestado atención ahora tendría que explicarme donde estaba la salida de emergencia y por donde caían las mascarillas de oxígeno. Y así lo hizo.
Ella debía tener un ego bastante grande ya que presuponía que YO era el ÚNICO que no le había prestado atención.
domingo, 8 de febrero de 2009
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7 comentarios:
¿Es esto cierto, querido Curí?
Yo se que la Niña Jonás jamás hace caso a las azafatas e incluso juega a despistarlas con muecas y gestos veloces.
Y sí, la historia es totalmente cierta.
a mi me pasó igual el otro día en una performance, y la performancera hizo lo mismo, me repitió para mi la performance entera... no sabe usted la suerte que ha tenido, querido Sr.Curí, con que esto le pasara con una azafata.
Digamos que no me quejo, aunque la experiencia que usted narra me parece algo más intensa que la mía.
Aunque bien es cierto que habría que situar en el mismo contexto a ambas dos señoritas, para poder decidir acerca de intensidades.
yo me lo creo, porque las azafatas son así, como les da la gana,
Querido Nico, con una mínima argumentación o silogismo simple, podríamos llegar a la conclusión de que usted es entonces una azafata, ya que me parece, que usted es un poco así, como le da la gana.
Y por tanto, quizá yo tambien sea una de ellas... pero menos que usted.
sí, es cierto, yo siempre más,
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